Tras no pocos esfuerzos, iniciamos ya en firme nuestra andadura con buena parte de las incertidumbres propias de todo proyecto innovador ya resueltas. El miércoles día 4 llevamos a cabo la evaluación inicial de las habilidades sociales de tres de nuestros alumnos que voluntariamente se han prestado a colaborar en el proyecto. A esta primera actuación, seguirá la valoración que, por su parte, realizará la empresa LEROY MERLÍN, a la que, desde ya, agradecemos muy sinceramente la disposición mostrada a implicarse en esta idea. Ambas valoraciones nos servirán de referencia para definir y llevar a la práctica un programa de entrenamiento de las habilidades que esa evaluación inicial aconseje mejorar. La siguiente fase consistirá en constatar si ese entrenamiento redunda finalmente en una mejora de las habilidades entrenadas y, por tanto, en un incremento apreciable de su “IPIL” -índice de probabilidad de inserción laboral-.
Aunque pudiera pensarse que el tamaño reducido de la muestra no permite inferir datos o resultados concluyentes, lo cierto es que sí nos encamina a conseguir el principal propósito. Se trata, en definitiva, de diseñar el método o protocolo que, entendemos, puede seguirse para mejorar las habilidades sociales de nuestros alumnos, con vistas a incrementar sustancialmente sus posibilidades de inserción laboral, es decir, su IPIL.
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