Autor: Juan Antonio Gil Ruiz.
Profesión: Tutor de FCT y FP DUAL del IES GERARDO MOLINA de Torre Pacheco.
Considero que se trata de un proyecto muy interesante, teniendo en cuenta que tiene como objetivo desarrollar, reforzar y mejorar la capacidad de comunicación del alumnado, en sus relaciones con los ambientes laborales a los que se tendrán que enfrentar, cuando consigan su titulación.
Nos encontramos con dos tipos de niveles educativos en los que es necesario actuar:
El primero, de grado medio, con alumnos/as de menor edad (en general) y con menor cualificación personal y educativa, debido a su propia inmadurez.
Por ello, desde los centros de enseñanza, debemos trabajar con mayor intensidad y dedicación. Hay que reforzar y perfeccionar sus habilidades sociales.
En este sentido está orientado este proyecto, pero presenta, a mi juicio, una dificultad muy importante: se requiere mucho tiempo de realización, que no tenemos identificado explícitamente en el currículo.
Nuestras programaciones didácticas están perfectamente recogidas en las diferentes normas educativas y, sobre todo, ocupan el espectro total de horas lectivas durante el curso. Es decir, no existen horas suficientes para incorporar esta disciplina específicamente.
Por esta razón, se hace necesario introducir este tipo de intervención, de forma transversal, dentro del currículo de aquellos módulos que lo permitan, pero con un tiempo limitado en su aplicación, ya que, el propio ritmo de desarrollo de la programación didáctica ordinaria exige cumplir con las unidades didácticas en tiempo y forma.
Sería pues, muy importante, disponer de espacios temporales suficientemente amplios, que permitieran garantizar unos resultados óptimos tras su realización. También nos encontramos con los limitadísimos lugares físicos de los que disponemos en la realidad, es decir, de aulas específicas preparadas para ello.
El segundo nivel de enseñanza sobre el que hay que incidir es el de los ciclos formativos de grado superior. En ellos, la preparación y madurez del alumnado es, en general, bastante mayor, por lo que la intervención en ellos es distinta y puede ser más profesional.
En estos casos, nos encontramos con los mismos obstáculos que en los anteriores, es decir, escasez de aulas preparadas para ello y falta de tiempo ordinario para su desarrollo.
Sin embargo, no se hace tan necesario intervenir, por ejemplo, en la comprensión lectora o en la capacidad de expresión, por lo que se puede trabajar más en planificar y ensayar mejor la entrevista de trabajo, la expresión oral (en público y en privado), la expresión escrita, la expresión gestual, la lengua extranjera, la imagen personal, el comportamiento en la empresa y en la sociedad, etc.
Por todos estos razonamientos, considero muy acertado este trabajo, al que deseo el mejor de los resultados y que haga reflexionar a las autoridades educativas para que continúen trabajando en la mejora y perfeccionamiento del diseño educativo de la Formación Profesional actual.
Yo, como docente, apoyaré en lo que pueda y sea necesario.
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